En esta reunión la conversación perfiló hacia una suerte de retoma de
los ejes dispersos en las reuniones del año anterior, motivo por el cual se consideró
la posibilidad de releer lo hasta aquí trabajado desde la perspectiva de lo que
resta abierto. El espacio de lo prójimo, el tiempo que le incumbe, los diversos
tratamientos a esta consideración, comienzan a propiciar preguntas y
orientaciones a través de textos, presentaciones, mostraciones, que se van proponiendo
como desarrollos posibles a la opinión.
El dato biológico —provenga de Von Uexkül con su unwelt/innewelt, de aquello que Michel Foucault llamó “biopolítica”,
o incluso de lo que la teoría Queer desprende a partir de los estudios Gay-Lésbicos—
¿es acaso un escollo o una solución? En este punto queda ahora propuesta la nueva
filmografía para ir ampliando el horizonte de la cuestión: “Ojos bien cerrados”
(Eyes Wide Shut - 1999) de Stanley Kubrick y “Laurence Anyways” (2012) de Xavier
Dolan.
Comenzar también a incursionar en la noción de causa, dado que el trauma o cualquier otra causación resulta siempre apto a la consideración de lo familiar y, por ende, lo opaco, lo inasimilable, al quedar así situados como restos de dicha consideración, configuran Otra cosa. ¿Acaso alcanza con la noción de unheimlich –lo no familiar según Freud- como lo asequible a la repetición, para dar cuenta de lo prójimo in extenso? En “La horadel lobo” de Ingmar Bergman se explora esta temática.
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