Con miras a dilucidar la entrada en uso y su posterior función discursiva, esta reunión a cargo de Guillermo Diaz permitió una aproximación a los términos Unwelt e Innewelt, ambos presentes en la obra del Barón Jakob Johann von Uexküll (1864-1944).
Este biólogo alemán,
pionero de la etología post-darwiniana, desarrolló sus investigaciones de modo contemporáneo
a las de la física cuántica y las vanguardias en arte. De cuño kantiano, su
pensamiento compartió con los tópicos anteriores el gesto de abandonar la
perspectiva antropocéntrica en lo que a las ciencias de la vida respecta, y ello
en pos de una “deshumanización de la imagen de la naturaleza”. Quizás por ello
su obra interesó, e influyó, tempranamente a Husserl y a Heidegger, y sus
investigaciones fueron retomadas luego, entre otros autores, por Delueze y
Agamben.
La referencia
fuente para abordar las concepciones del espacio de lo viviente en la obra de Jacob
von Uexküll, es su trabajo titulado Umwelt
und Innenwelt der Tiere, publicado en español como “Ideas para una
concepción biológica del mundo” (Espasa Calpe, Madrid, 1922). Allí queda
postulado que, a diferencia de la teorización británica darwiniana dominante en
su época, el mundo-entorno que habita cada especie, el Unwelt que le es propio, constituido como ambiente de percepción,
se halla excluido e incomunicado de los demás Unwelt de las otras especies, sin que por ello dejen de mantener diferentes
grados de relación entre sí. A su vez el innewelt,
presentado también como forma y parte del espacio del viviente, releva una zona
de acoplamiento disjunto respecto al ambiente de percepción, al modo de una
paradójica interioridad externa, un afuera interior al umwelt. (¿No resuena aquí el eco del ni dentro, ni fuera, que se
localiza en el armado del complejo del
prójimo en Freud o en el complejo de
intrusión de Lacan).
No sin alguna
teología de fondo que deslumbra a von Uexküll, por la cual la multiplicidad de
mundos, unidades funcionales cerradas en sí mismas, se hallan armoniosamente
articuladas entre sí como “una gran
partitura de la Obra Musical que es la Naturaleza” y “conforme a plan”
(Planmäßigkeit), el Barón denuncia la ilusión que sería considerar que los
seres vivientes compartan un espacio Mismo y Uno. Así también para con los sucesos
que en cada Unwelt pudieran
acontecer, sería ilusorio, nos dice, pretender que ocurriesen en un mismo tiempo
universal.
Otro texto considerado
para la ocasión fue “Lo Abierto. El hombre y el animal” de Giorgio Agamben.
Con los términos así introducidos y los autores citados, queda planteado el interés acerca de los modos de constitución del
espacio de percepción del viviente -¿hombre, animal?-, algo que ésta reunión deja
abierto a futuros textos y debates.
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